
En verano, las altas temperaturas desafían la conservación de granos en silos. La Estación Experimental Agropecuaria del INTA Balcarce compartió recomendaciones para optimizar el rendimiento y reducir el consumo energético.
Una mala aislación puede aumentar la temperatura del aire hasta 2,7 °C antes de entrar al silo. Una manera sencilla de comprobar la eficacia de la aislación es tocar el conducto: si está frío al tacto o presenta gotas de condensación, no es adecuada.
Para mejorar la refrigeración se recomienda:
Medir las temperaturas en diferentes puntos para evaluar si el sistema está funcionando de manera óptima.
Usar conductos con aislante incorporado.
Reducir su longitud y ubicar los equipos en zonas sombreadas.
En casos donde la conexión deba ser más larga, se recomienda utilizar tramos ensamblables para ajustar la longitud según sea necesario.
Una tecnología que mejora su eficiencia no solo beneficia a los operarios, sino que también contribuye a la sostenibilidad del sistema agroindustrial.-
